Fundación ProAves – por la conservación en el país de las aves

Historia

2 julio, 2005

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Afiche

Obra de arte realizada por Paula Romero y Fernando Laverde

de la Fundación Arte y Conservación.

A principios del siglo XX, esta magnífica especie de cola larga verdiamarilla era abundante a través de los Altos Andes colombianos y norte de Ecuador. Sin embargo, para 1980 la población de la especie declino drásticamente, tanto así, que las grandes bandadas empezaron a desaparecer a un paso alarmante. A mediados de los 90 la especie desapareció misteriosamente dejando sólo dos bandadas de no más de 50 individuos sobrevivientes.

En respuesta al incremento de la grave situación de la especie, Niels Krabbe lanzó el proyecto de conservación en 1996 para la última bandada conocida en Ecuador. El proyecto fue exitoso localizando las especies en cortos periodos de tiempo en el noreste de Ecuador. Después, actividades de conservación fueron decretadas.

En octubre de 1997, el doctor Paul Salaman observó una bandada de 24 individuos en la cordillera central colombiana. A principios de 1998, Salaman y Krabbe dieron inicio al Proyecto Ognorhynchus con el apoyo de varias organizaciones. Este proyecto fue una respuesta de emergencia para estudiar y proteger la especie en Colombia. El trabajo de campo comenzó en junio de 1998 con la meta de localizar la especie para su estudio con el fin de determinar las amenazas y formular la estrategia de conservación.

El equipo se focalizó en el rango geográfico histórico de la especie en los Andes centrales con búsquedas y campañas por medio de afiches. Esta última se realizó con las entidades ambientales gubernamentales para pedir a la comunidad local que reportara cualquier avistamiento de la especie. Después de 11 meses de trabajo de campo y más de 3500 horas de trabajo acumuladas, la búsqueda del Loro Orejiamarillo en los pocos remanentes de palma de cera en los Andes colombianos dio frutos. A pesar de los informes prometedores de la gente de la zona, la especie pareciera haber abandonado el rango histórico. La sobrevivencia del Orejiamarillo se veía gris.

La búsqueda estaba a punto de terminar, cuando un colombiano que había visto uno de los afiches de la campaña, reportó la especie. El investigador de campo del proyecto investigó la queja que fue originada desde un valle remoto del centro de Colombia. Vagando a través de las majestuosas palmas de cera una tarde del 18 de abril de 1999, el investigador escucho el débil pero distintivo grito de los loros. Descendiendo de las nubes, dos bandadas de Loros Orejiamarillos volaron en picada en un sincronismo firme hacía los pastizales. Después de casi un año de búsquedas infructuosas, se descubrieron 61 individuos de Loros Orejiamarillos. Los Loros, indiferentes al significado de ese momento, se acomodaron en las puntas de las palmas y escalaban hacía las ramas para alcanzar los frutos maduros de la palma.

A menos de una semana del redescubrimiento de las dos bandadas, una adicional fue localizada dormitando en un valle adyacente. Ocasionalmente, los 81 individuos se reunieron para socializar antes de descansar en la noche en las palmas. En los meses siguientes una cantidad sorprendente de información sobre la ecología e historia natural de los loros fue recolectada de las observaciones. Más tarde, transmisores de radio fueron puestos a algunos individuos, brindando información extensiva de las ubicaciones y movimientos de las bandadas en un largo periodo.

Dentro del proyecto, se han llevado a cabo monitoreo de las poblaciones obteniéndose datos de tamaño y tendencias poblacionales, uso de hábitat, fenología de las plantas consumidas por la especie y biología reproductiva. Así mismo se han realizado esfuerzos de conservación y educación ambiental con las comunidades locales. El proyecto Ognorhynchus beneficia otras especies de aves amenazadas como el Perico Paramuno (Leptosittaca branickii), el Periquito Frentirrufo (Bolborhynchus ferrugineifrons) y la Cotorra Aliazul (Hapalopsittaca fuertesi). Las observaciones y las notas sobre estas especies son recolectadas durante los estudios de campo del Proyecto Loro Orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis).