Fundación ProAves – por la conservación en el país de las aves

Espectacular Colibrí perdido fue redescubierto después de 69 años en medio de incendios en la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia

17 marzo, 2015

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colibrí Barbudito Azul (Oxypogon cyanolaemus) Foto: © Carlos Julio Rojas / ProAves

Una intensa y prolongada temporada seca en la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia, sumada a una serie de incendios provocados para fines agrícolas, ha devastado gran parte del frágil hábitat de la zona.

El pasado 4 de marzo, los conservacionistas y observadores de aves Carlos Julio Rojas y Christian Vásquez, quienes trabajan en la Reserva Natural de Aves El Dorado de la Fundación ProAves, realizaban una investigación para documentar lo relacionado a los incendios cuando fotografiaron al espectacular colibrí Barbudito Azul.

Esta especie fue vista por última vez en 1946; por desgracia, el hábitat de los 3 individuos que fueron observados se encuentra seriamente amenazado por los incendios en la zona.  La especie había sido considerada posiblemente extinta por algunas autoridades científicas, debido a la ausencia de registros en otras investigaciones.  Un artículo científico detallando el redescubrimiento de esta especie, fue publicado hoy en la revista Conservación Colombiana y se encuentra disponible en línea: www.proaves.org.

Descrito en 1880, el carismático colibrí Barbudito Azul (Oxypogon cyanolaemus) fue visto por última vez en 1946. Restringido a la mayor cordillera cercana a la costa en el mundo, la Sierra Nevada de Santa Marta (con más de 19.000 pies de altura), el poco conocido colibrí paramuno actualmente está enfrentando graves amenazas, la cría de ganado por los pueblos indígenas en estas áreas de gran altitud en la Sierra Nevada está aumentando. En cada estación seca, este frágil ecosistema y el bosque que lo habita se quema para dar paso a los pastizales nuevos para el ganado vacuno. Por desgracia, los frágiles bosques montanos son exclusivos de esta aislada cordillera, esta formación geológica es mucho más antigua que los Andes de América del Sur en más de 100 millones de años y alberga muchas especies que mundialmente, únicamente se encuentran allí.

Búsquedas anteriores, en los últimos diez años no lograron ubicar la especie. Es catalogada como “En peligro crítico” por la UICN y BirdLife International. La especie es dependiente de los bosques y arbustos raquíticos entre los pastizales naturales del páramo de la Sierra Nevada de Santa Marta.  El hábitat de esta especie se considera como altamente susceptible a los incendios durante la estación seca. La situación se agrava aún más ya que el Frailejón de Santa Marta (Libanothamnus occultus) – también declarado en peligro crítico – de la cual depende la subsistencia en gran parte de este colibrí, también se encuentra amenazado por los persistentes incendios. En el 2013, el WWF (World Wide Fund for Nature) informó que el páramo de la Sierra Nevada de Santa Marta está siendo seriamente afectado por extensos rebaños de ganado pertenecientes a las comunidades indígenas las cuales lo queman repetidamente para pastizales.

Las elevaciones más altas de la Sierra Nevada de Santa Marta fueron declaradas Parque Natural Nacional en 1964; 15 años más tarde (1979), el parque fue declarado reserva de la Biosfera por la UNESCO. Varias reservas indígenas viven en la cordillera, con aproximadamente 50 mil personas, principalmente de los grupos étnicos Kogi y Arhuacos. En el 2014 la revista Science publicó un artículo que identifica el Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta como el área protegido más importante del mundo para la conservación de las especies terrestres (evaluado a través de más de 173.000 áreas protegidas en todo el mundo).

Durante una estación seca prolongada y particularmente intensa durante este primer trimestre del año, personal del Parque Nacional Natural informó a los conservacionistas locales Carlos Julio Rojas y Cristian Vásquez, quienes trabajan para la Fundación ProAves en la Reserva Natural El Dorado en la Sierra Nevada de Santa Marta, de una gran cantidad de incendios causados por los pueblos indígenas dentro del parque. Motivados por documentar los impactos ambientales de los mismos, utilizaron su tiempo de vacaciones para explorar las zonas más elevadas de la cordillera y registraron múltiples incendios que estaban destruyendo el hábitat natural del Colibrí.

A las 11 de la mañana del 04 de marzo de 2015 durante el reconocimiento de los incendios, Carlos Julio Rojas, quien vive en la Sierra Nevada señaló con emoción:

“Vi el destello de aves chillando delante de mí y vi posarse en un arbusto cercano. Me las arreglé para tomar una foto rápida de la misma antes de que saliera volando. Entonces revisé la foto en la pantalla de la cámara y de inmediato reconocí el colibrí sorprendentemente parecido al Barbudito Azul, Yo estaba muy emocionado!! Después de los informes sobre las búsquedas por ornitólogos y que no encontraron esta espectacular especie, Christian y yo fuimos los primeros en verlo vivo. ”

“Instalamos el campamento para los siguientes dos días pudimos avistar un total de tres individuos del perdido Barbudito Azul en un área de menos de 10 hectáreas con tres pequeñas manchas de bosque dispersas y aferradas a las laderas empinadas pero rodeado por restos de vegetación quemada”. Christian Vásquez declaró: “definitivamente la zona es muy importante; allá también descubrimos el Cucarachero de Santa Marta, una especie también críticamente amenazada. ”

“Lamentablemente la supervivencia del Barbudito Azul depende de un hilo”, afirmó Carlos Julio Rojas. “Los impactos del fuego están por todas partes, hay residuos de plantas carbonizadas y esparcidas en todo el páramo. Hablé con algunos indígenas Arhuacos, y señalaron que los pueblos Kogi están produciendo los incendios así como instaurando levante de cerdos y ganado vacuno en toda la zona. Es importante que los incendios se detengan de inmediato y que el ganado y los cerdos sean retirados de las partes más altas de la Sierra Nevada para así permitir que este frágil ecosistema de páramos pueda recuperarse y así evitar que este único colibrí se extinga”.

Más de un millón de habitantes en las tierras bajas áridas y secas alrededor de la Sierra Nevada dependen del agua proporcionada por los ecosistemas de páramo. Una mayor degradación del páramo para la producción ganadera no sólo pone en peligro la supervivencia de los páramos y de este colibrí, sino también podría dar lugar a futuras sequías severas.

Se espera que las entidades colombianas de conservación, la autoridad de Parques Nacionales Naturales y los pueblos indígenas Kogi puedan trabajar juntos con la Fundación ProAves para proteger la Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña más importante del planeta tanto para la gente como para la biodiversidad.

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Carlos Julio Rojas (izq.) y Christian Vásquez (der.) investigan los incendios en la Sierra Nevada de Santa Marta. Foto: © Carlos Julio Rojas / ProAves

 

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PRIMERA foto del espectacular Barbudito Azul (Oxypogon cyanolaemus). Foto: © Carlos Julio Rojas / ProAves

 

 

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Barbudito Azul (Oxypogon cyanolaemus). Foto: © Carlos Julio Rojas / ProAves

 

 

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Encendidos en la Sierra Nevada de Santa Marta. Foto: © Carlos Julio Rojas / ProAves

 

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Incluso la vegetación más alta y remota de la Sierra Nevada no está exenta de las cicatrices de las quemas. Vegetación de las laderas rocosas no están a salvo. Foto: © Carlos Julio Rojas / ProAves