Juan Lázaro Toro, Director Estrategias de Conservación, ProAves; Neiver Obando Mosquera, Subdirector de Áreas Protegidas de CODECHOCO; Vanessa Paredes Zúñiga, Directora de CORPOURABÁ; Arnold Alexander Rincón López, Director de CODECHOCÓ; Sara Inés Lara, Directora Ejecutiva, ProAves; Paloma Carrillo, Directora de Operaciones, ProAves; Alexander Monsalve, Director de Áreas Protegidas, ProAves.
Con el sueño de continuar protegiendo los ecosistemas claves y la biodiversidad del país, ProAves y CODECHOCÓ, suscribieron el Convenio de Cooperación 001 de 2020, con el objetivo de continuar aunando esfuerzos para promover la implementación de acciones encaminadas a la generación de conocimiento, conservación y uso sostenible de los ecosistemas continentales del departamento del Chocó.
Este convenio permitirá proteger una extensión significativa de bosques nublados de la Cordillera Occidental, que contiene una alta diversidad y es el hábitat de varias especies de anfibios, aves y plantas endémicas de Colombia, que además, se encuentran amenazados por los procesos de colonización y deforestación.
Es así como en el marco de este convenio se avanza de manera conjunta en la declaratoria de una nueva Área Protegida Pública de carácter regional, que tiene como núcleo central la Reserva Natural ProAves Las Tángaras de la Fundación ProAves, con el fin de que sea amparada bajo categorías estrictas de conservación, siendo parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Colombia (SINAP).
La zona propuesta para la declaratoria como área protegida de carácter regional, se caracteriza por contar con dos especies de aves endémicas del país En Peligro de Extinción: la Tángara de Tatamá (Bangsia aureocincta) y la Tángara Aurinegra (Bangsia melanochlamys), ambas categorizadas en estado Vulnerable, de acuerdo a la Lista Roja de la IUCN. Además, es el hogar de 28 especies de vertebrados de interés que se pretenden conservar, 20 de ellas endémicas de Colombia, de las cuales 10 se encuentran bajo alguna categoría de amenaza y 8 especies de amplia distribución, que también se encuentran en riesgo de extinción como es el caso del oso de anteojos (Tremarctos ornatus).
Esta nueva área a declarar tiene una extensión aproximada de 3.500 hectáreas cubiertas en buena proporción por bosques naturales en muy buen estado de conservación, que además posee una gran riqueza hidrológica e incluye los nacimientos de varias quebradas afluentes del Río Atrato.
Este proceso será financiado por la entidad American Bird Conservancy (ABC) a través del fondo “Conserva Aves, territorio de vida” que cuenta con la colaboración de Bezos Earth Fund, y el fondo “Latin American Reserve Stewardship Initiative (LARSI)” que cuenta con la colaboración de March Conservation Fund (MCF).
Desde ProAves, la articulación de esfuerzos en pro de la conservación es fundamental para continuar aportando a la restauración del medio ambiente y la sensibilización encaminada en la protección de la biodiversidad del país.