Estifer, guardabosques de la Reserva ProAves Rana Terribilis, es uno de los miembros con menos tiempo en la Fundación ProAves, pero es de los más activos en los grupos de WhatsApp: casi todos los días comparte fotos de ranas, insectos y otras especies para aprender sus nombres. Fue esa misma curiosidad por la naturaleza y los animales lo que lo llevó a escuchar y atesorar las historias de Venancio Flórez, su compañero de trabajo, sobre cómo protege y ayuda a la reproducción del vertebrado más venenoso del mundo, la Rana Dorada (Phyllobate terribilis), una especie endémica de la costa pacífica colombiana.
Estifer nació en el municipio de Timbiquí, Cauca, muy cerca de la Reserva ProAves Rana Terribilis, dice que “la experiencia que he tenido en estos 2 meses, que hago parte de la Fundación, es que me ha encantado mucho aprender cómo multiplicar la Rana Terribilis”.
Todos los días a las 8 de la mañana viaja en lancha, en compañía de Venancio Flórez, hasta la Reserva. Su jornada de trabajo consiste en limpiar los caminos, monitorear los linderos y tomar fotos a todo lo que encuentra. Además, Estifer tiene el privilegio de ver a la hermosísima Rana Dorada en algunas ocasiones cargando en su lomo a sus crías.
Como muchas de las historias de otro guardabosques, la de este Héroe de la conservación comenzó gracias a ProAves, Fundación que siempre ha incentivado el amor por la conservación en las comunidades.