Con 849 especies de anfibios, Colombia ocupa el segundo lugar, después de Brasil, del país con mayor diversidad de estas increíbles criaturas. Desafortunadamente, el 35% de estos vertebrados (299) se encuentran en peligro de extinción y es probable que este número aumente en la medida que se descubran nuevas especies en los estudios de los últimos fragmentos de hábitat natural.
Este grupo biológico es el más amenazado del planeta ya que es susceptible a cualquier cambio en su ecosistema. El cambio climático, la pérdida y la fragmentación de sus hábitats y el tráfico de fauna silvestre son sus mayores amenazas.
Los anfibios, que incluyen ranas, sapos, salamandras y cecilias, son muy importantes para el medio ambiente porque ayudan a mantener el equilibrio de los lugares que habitan debido a que controlan plagas y regulan la propagación de insectos que transmiten enfermedades.
Protección de los anfibios en peligro de extinción
La Fundación ProAves se ha enfocado en estudiar y conservar especies de anfibios amenazados presentes en sus Reservas Naturales. Por eso, ha trabajado arduamente en obtener información de línea base de varias especies de anfibios con el fin de conseguir información valiosa que contribuya a direccionar acciones de conservación para disminuir la afectación sobre este grupo biológico tan vulnerable.
En sus esfuerzos por proteger a las especies de anfibios más amenazadas del país, ProAves estableció 2 de sus 28 Reservas Naturales para la conservación de estos vertebrados. En el 2008 se creó la Reserva ProAves Ranita Dorada, ubicada en las montañas del municipio de Falan, departamento de Tolima, con el propósito de salvar dos ranas que en ese momento se encontraban en Peligro Crítico (CR) y actualmente se encuentran con categoría Vulnerable (VU): la Ranita dorada (Andinobates tolimensis) y la Ranita roja punteada (Andinobates dorisswansonae). Hasta el momento, Andinobates tolimensis solo ha sido registrada en la localidad en la que fue descubierta en el año 2007, la Reserva ProAves.
En 2012 se instauró la segunda Reserva de Anfibios de ProAves para proteger y conservar a uno de los vertebrados más venenosos del mundo y en peligro de extinción, Phyllobates terribilis. La Reserva ProAves Ranita Terribilis, ubicada junto a la cabecera del municipio de Timbiquí, en el departamento del Cauca, fue la primera área protegida para la Rana Venenosa Dorada, especie que depende de bosques primarios en excelente estado de conservación.
La especie es reconocida por algunas culturas indígenas por su letal veneno y está fuertemente ligada a sus tradiciones ancestrales. La comunidad indígena Embera Chamí del Chocó utiliza la toxina de Phyllobates terribilis para envenenar los dardos que utilizan para cazar; frotan suavemente la punta de las flechas sobre la espalda de las ranas, sin hacerles daño. El veneno es tan letal que las armas pueden mantener su efecto mortal durante más de dos años.
A pesar de su importancia para las culturas indígenas y para los ecosistemas, la rana se encuentra con estado de amenaza de En Peligro (EN) debido al tráfico ilegal de fauna silvestre y a la destrucción de su hábitat por la extracción ilegal de oro y la tala ilegal.
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Agradecemos el gran apoyo de World Land Trust (WLT) y American Bird Conservancy (ABC)