El 12 de septiembre del año 2022, la RanaChiva empezó a recorrer sus primeros kilómetros para llevar el mensaje de la conservación de las especies más amenazadas de Colombia. Lo que en un inicio fue una idea para salvar de la extinción 3 especies en peligro crítico: el Roble Colombiano (Quercus humboldtii), la Rana Santandereana de Lynch (Hyloscirtus lynchi) y el ave Chango Santandereano de Montaña (Macroagelaius subalaris), se convirtió en un gran proyecto que ha llegado a más de 18.000 personas, entre ellas 7.000 estudiantes en edad escolar y 50 instituciones educativas.
Nuestro país, un lugar privilegiado por ser uno de los territorios con mayor biodiversidad del mundo, requiere de educación y concientización ambiental, donde las comunidades rurales andinas remotas en las fronteras de la expansión agrícola son claves para la conservación de las especies más amenazadas.
Después de más de 50 años de conflicto, la firma del acuerdo de paz en 2016 mejoró la seguridad y permitió inversiones necesarias, lo que a su vez aumentó la afectación de los recursos naturales. Algunos de los mayores desafíos ambientales en nuestro país han sido la rápida y descontrolada expansión de la frontera agrícola hacia los sensibles bosques andinos, particularmente en la Cordillera Oriental de Colombia en el departamento de Santander. Sus bosques nubosos únicos son el hogar de muchas especies en peligro crítico de extinción según la UICN, como la Rana Santandereana de Lynch (Hyloscirtus lynchi), el Roble Colombiano (Quercus humboldtii) y el ave Chango de Montaña (Macroagelaius subalaris).
Gracias al apoyo de MBZ (Mohamed bin Zayed Species Conservation Fund), se ha creado la RanaChiva de la conservación, una estrategia innovadora para llevar educación ambiental a las comunidades rurales de Colombia. Esta estrategia, durante su primer año ha coleccionado miles de sonrisas de varios municipio del departamento de Santander, tales como: San Vicente de Chucurí, Carmen de Chucurí, Sabana de Torres, Betulia, Matanza, Suratá, California, Tona, Charta y Vetas.
Además, sin importar las distancias que caracterizan el territorio colombiano, esta estrategia de educación ambiental ha visitado importantes eventos, entre ellos: el Congreso Nacional de Aviturismo en Manizales, Caldas y la campaña Reconcíliate con la Naturaleza en el municipio de Jardín, Antioquia.
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“La RanaChiva representa la cultura colombiana desde su raíz, pensamos en los símbolos representativos de la cultura indígena de colombia y las diferentes etnias y diseños precolombinos para incorporarlos a la RanaChiva lo que ha permitido que las personas se identifiquen y se sientan más cómodos de participar en el proyecto. La simbología también representa el realismo mágico colombiano, autóctono de Gabriel García Marquez, donde nosotros podemos contar la historia a través del arte”. Isabella Cortés Lara, Directora Creativa
La chiva, es un vehículo tradicional y autóctono que se caracteriza por estar en la capacidad de enfrentar las complejidades de la ruralidad Colombiana y recorrer largos trayectos para transportar especialmente a la población campesina y más alejada de los territorios. Hasta estos rincones de la ruralidad, la RanaChiva busca explicarle a las personas el importante papel que juegan para salvar de la extinción a la Rana de Lynch, el Roble colombiano y el Chango Santandereano.
Según David Rodríguez, Educador de la estrategia de educación ambiental, viajar en este vehículo durante horas es un esfuerzo que se ve recompensado en la sonrisa de los niños y niñas que se emocionan con la visita de este colorido medio de transporte autóctono que representa la cultura colombiana.
También, esta estrategia de educación ambiental ha contemplado el uso de material educomunicacional para llegar de una forma asertiva, gráfica y amigable a las comunidades. En este sentido, se ha desarrollado material impreso como: stickers, afiches, volantes y demás material impreso y digital que permita llevar el mensaje de la conservación de una forma estética y llamativa, articulados a la identidad colombiana y el cuidado de las especies.
La RanaChiva sigue coleccionando sentimientos en torno a la conservación y recorriendo largos trayectos sin importar las dificultades de las vías y el clima, con un objetivo: dejar en el corazón de cada niño la semilla de los futuros conservacionistas del país.
Damos un agradecimiento especial a The Mohamed bin Zayed Species Conservation Fund por hacer posible este proyecto, además:
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