Fundación ProAves – por la conservación en el país de las aves

Segunda cruzada por la conservación de las Guacamayas de Colombia

9 octubre, 2020

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El género de las guacamayas estaba compuesto originalmente por 14 especies de origen americano, infortunadamente seis de ellas ahora están extintas. En Colombia habitan 6 de las especies de Guacamayas, de las cuales dos figuran en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y en los Libros Rojos de Especies Amenazadas de Colombia.

Ara macao

Las guacamayas se distribuyen en las tierras bajas de la planicie del Caribe y en toda la región Orinoco-Amazónica; también en los valles interandinos del Cauca y el Magdalena, en la región pacífica del Darién colombiano y en las estribaciones de las Cordilleras. Se alimentan principalmente de semillas y dependen de la existencia de árboles o palmas huecas en el bosque para poderse reproducir.

A pesar de estar inscritas en el apéndice 1 de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies de Flora y Fauna Amenazadas (CITES), las Guacamayas son uno de los grupos de  aves que más se trafican en Colombia como mascotas, debido a su tamaño y a los llamativos colores de su plumaje.

El tráfico ilegal de la fauna silvestre genera efectos nocivos sobre la biodiversidad y desequilibrios en las poblaciones de las especies silvestres, como la reducción en los tamaños de las poblaciones y la disminución de la diversidad genética de las especies, volviéndolos vulnerables frente a procesos de extinción y, asimismo, causa un grave deterioro de la dinámica de los ecosistemas.

Conscientes de esta situación, la Fundación ProAves y el grupo Jerónimo Martins, en Colombia tiendas Ara, suscribieron por segunda vez un convenio, para el fortalecimiento del monitoreo y la conservación de estas especies en el área de influencia de dos Reservas ProAves; la Reserva ProAves El Dorado, ubicada en la región del Caribe Colombiano en los alrededores de Santa Marta donde habita la Guacamaya Verde (Ara militaris), y la Reserva ProAves Tití Cabeciblanco en el municipio de Riosucio, en el departamento de Chocó, con la Gran Guacamaya Verde Limón (Ara ambiguus), la Guacamaya Hombriverde (Ara chloropterus), la Guacamaya Cariseca (Ara severus) y la Guacamaya Azul – Amarilla (Ara ararauna).

Con esta segunda cruzada que se hace por la conservación de estas especies, se espera evaluar el estado de conservación de las guacamayas, reducir la vulnerabilidad sobre las poblaciones de esta especie y fortalecer procesos de sensibilidad ambiental.

Guacamayas, uno de los grupos de aves más traficadas en Colombia

El tráfico ilegal de especies silvestres está catalogada como la cuarta actividad ilegal más rentable en el mundo, después del narcotráfico, el tráfico de armas y la trata de personas; siendo considerado como uno de los factores de amenaza que ha llevado a la disminución de muchas de las especies traficadas. Además, esta actividad ilícita es considerada como un factor de alto riesgo para la salud pública, pues expone al hombre a patógenos, con los que normalmente no estaría en contacto y que pueden volverse origen de muchas epidemias.

Colombia, al ser uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo, no ha sido ajeno a este grave flagelo. A pesar de que en el Código Penal colombiano el tráfico de fauna silvestre está estipulado como un delito, aún se presenta una gran demanda de animales, no sólo a escala interna, debido a que la práctica  de adquirir animales silvestres como mascotas ha sido muy arraigada en el país, sino a escala externa, porque desde Colombia aún se trafican muchas especies hacia otros países.

Ara militaris

En el país, actualmente no se cuenta con información exacta sobre el tráfico ilegal de fauna y tampoco existe conocimiento real de la dinámica de este comercio ilegal. No obstante, según el periódico El Tiempo, los funcionarios colombianos y grupos de rescate de vida salvaje recuperaron más de 23.000 animales de los traficantes y, según la Revista Dinero, la industria mundial de esta actividad podría estar generando más de US $22.000 millones al año. 

Agradecemos a Jerónimo Martins, tiendas Ara por su donación para este proyecto, y por seguir cuidando de los tesoros más preciados que tenemos en el planeta, las aves.