Fundación ProAves – por la conservación en el país de las aves

Nueva ave descubierta; se presume extinta

27 mayo, 2011

Martes 24 de marzo de 2009.

Una nueva subespecie de totoroi -ave del sotobosque del tamaño de una mirla- proveniente de las cercanías de la ciudad de Medellín, Colombia, ha sido descubierta entre el millón de especímenes de aves que reposan en el Museo de Historia Natural de Londres, después de permanecer en la colección durante 120 años. La especie se presume extinta. La nueva ave, llamada Tororoi de Giles (Grallaria milleri gilesi), fue colectada en septiembre de 1878 por el ornitólogo Thomas Knight Salmon cuando realizaba su última colección de pieles de aves en las colinas boscosas de los alrededores de la ciudad de Medellín, antes de su abrupta muerte.

Tororoi de Giles (Grallaria milleri gilesi).

“No existían guías de identificación de aves en últimos años del siglo XIX por lo que Thomas Salmon envió los especímenes que colectó para ser identificados por científicos de Gran Bretaña, donde muchos fueron depositados en la colección más grande de aves del mundo aquí en el Museo de Historia Natural de Londres”, explicó el director del grupo de aves del Museo, el Dr. Robert Prŷs-Jones. “Mientras se llevaban a cabo muchos descubrimientos nuevos y emocionantes, un espécimen inusual de tororoi fue increíblemente pasado por alto, increíblemente”.

Presentación del Tororoi de Giles. A la derecha, Robert Giles, a la izquierda, Robert Prys-jones y al centro, Thomas Donegan.

El nuevo tororoi permaneció sin ser reconocido en la colección del Museo hasta el año de 2001, cuando el artista de aves Norman Arlott descubrió el espécimen y llamó la atención de Robert Prŷs-Jones y del Dr. Paul Paul Salaman, científico asociado del Museo de Historia Natural.

“Reconocimos inmediatamente que el espécimen no había sido descrito previamente” exclamó el Dr. Paul Salaman, “si bien nos pareció inconcebible que un espécimen tan distintivo como éste pudiera haber sido pasado por alto durante 130 años”.

Thomas Knight colectó el ave en las montañas andinas de Santa Elena, población vecina de Medellín, la segunda ciudad más grande de Colombia. Anteriormente boscosas, estas localidades, con su clima fresco y ricas tierras, son de suma importancia para el cultivo del café, la agricultura y el pastoreo de ganado. Queda muy poco del exuberante bosque andino original y la región tiene muy pocas áreas protegidas. Varias investigaciones recientes del equipo de campo de la Fundación ProAves en la región han fracasado en registrar individuos.

“Lamentablemente, la nueva subespecie parece haber estado restringida a los bosques andinos”, dijo el Dr. Prŷs-Jones, “un hábitat que ha sido casi completamente destruido en los alrededores de Medellín y reemplazado por pinos no nativos y exóticos eucaliptos”.

“Si hubiéramos sabido de este extraordinario espécimen décadas atrás, tal vez hubiera sido posible que esta ave hubiera sido localizada y salvada; lamentablemente, permaneció pasada por alto por generaciones y, como una amarga consecuencia, probablemente la hemos perdido para siempre”, concluyó el Dr. Salaman.

La organización colombiana para la conservación de aves Fundación ProAves ha recibido considerable apoyo del filántropo del conservacionista británico, entusiasta observador de aves, Robert Giles, quien ha apoyado la protección de muchas especies de aves amenazadas en Colombia y en cuyo honor ha sido nombrada la nueva ave.

La descripción de la nueva ave ha sido publicada en la edición de marzo de 2009 del Boletín de la Asociación Ornitológica Británica por tres miembros del Consejo de la Fundación ProAves, Robert Prŷs-Jones, Thomas Donegan y Paul Salaman.